Yo soy una damnificada del crimen de Fago… porque dado el supuesto crimen de dicho pueblo aragonés TVE me obliga ver una serie hecha con tan poco amor por el detalle, por la gente callada y amargada y al mismo tiempo buena y honrada que termino el lunes por noche con ganas de vomitar, con ganas de demandar a la televisión pública cuyo función es educar y no trabajar con prejuicios establecidos. Allí están los dos vascos, con este pelo solo pueden ser etarras, malvados y podridos por dentro. Yo les detendría así sin más, total ya se ve a la primera que son culpables, y si no es de la muerte de “Mateo”, será de otra cosa, ZA-PA-TE-RO DI-MI-SION!!!!!!!!!! Bueno, sigamos: luego la chusma del bar, gente que seguramente no sabe leer y que se comunica más bien haciendo ruidos como animales que hablando – yo también les cobraría por poner mesas en la terraza, pero no para lo de los impuestos sino para impedir que salgan a la calle. Da la impresión que el pirineo aragonés está lleno de gente rara y asquerosa, si no fuera por la alcaldesa del pueblo de al lado, una mujer sofisticada y culta, menos mal, porque si no fuera por ella, yo no me sentiría segura durante mi próximo viaje por Ordesa, nunca sabes si a lo mejor no te matarán y te comerán por forastera.
