Siempre me he preguntado porque no hay más series sobre oficinas – ese microcosmo del odio, del peloteo, de las falsas alianzas, del ataque camuflado por atrás. Deberían de haber miles de historias en este mundo tan peculiar – llamémoslo la selva o el circo. Por otro lado hay muchísimas series sobre hospitales y luego mucha gente que se marea al ver sangre. ¿Por qué será eso? A lo mejor no nos gusta que se nos enseñe parte de nuestra patética vida diaria entre archivadores, Microsoft Office y este asqueroso café de máquina durante nuestras apreciadas horas de tiempo libre y preferimos ver desde el sofá como le hacen una intubación a algún desgraciado que por lo menos está peor que nosotros. Que emocionante. Por otro lado a lo mejor la vida de las oficinas tampoco es lo suficientemente interesante como para valer para una maratón de series un sábado por la tarde en FOX; solo hay que ver 20 minutos de Cámara Café para que den ganas de potar…. En fin, a quien le va a interesar que se atasca la impresora, que tu jefe es gilipollas, que tienes un compañero que es un borracho y viene tocado de las comidas en el bar, que te tienes que hacer la revisión de coche por la cantidad de kilómetros que haces cada día para llegar, que el puré de patatas que te traes en el Tupper ya no tiene nada que ver con lo que fue la noche anterior, que los viernes puedes ir en vaqueros y camiseta de promoción, que hay un update del Outlook que te impide trabajar después de comer y que la nueva te da mal rollo. La oficina es tan triste y deprimente como la vida misma, por eso no lo queremos ver una vez que hayamos salido de aquí después de 8 horas de calvario diario. ¡No hagan series sobre oficinas! Nadie lo quiere ver, nos quedamos con Grey’s Anatomy, House, Entourage, Lost y Tudor. Queremos historias sorprendentes con muchos giros inesperados y sobre todo queremos mucho glamour. Bueno, si Charlize Theron hace de mí y Brad Pitt hace de mi jefe, a lo mejor aún sacamos una buena miniserie para televisión. Siempre y cuando incluya la cena de navidad, y acabamos follando en un ático en Gran Vía.
El mundo "real" de ... : Me acaba de pillar mi jefe (que no es Brad Pitt, y lamentablemente yo estoy lejos de ser Charlize Theron) en la máquina de café no haciendo nada… Me he tenido que inventar una excusa rápidamente, así que le dije que estoy mirando los dulces de la máquina, que solo mirarlos son 30 calorías, y el efecto es casi el mismo que comerlos. Él se quedó perplejo un momento y no sabía que decir y me he podido escapar. Que lista que soy. A lo mejor me aumentan el sueldo y todo. Si esto fuera una corte en el siglo XVII yo sería él bufón...
Es por eso que Cámara Café dura solo 5 minutos, las historias de la oficina son ABURRIDAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
martes, 11 de marzo de 2008
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