jueves, 27 de marzo de 2008

Indiferencia es Ignorancia

Estaba sentado al sol, ese sol de primavera que tanto tiempo llevaba esperando desde que empezo este duro y largo invierno. Una tarde al sol suspiraba entre mis pensamientos, me sente en la terraza del bar, donde siempre me sentaba cuando visitaba esa ciudad con mi bebida favorita, cerré los ojos y comence a recordar el pasado, debieron pasar 5 minutos pero para mi fueron años, años preciosos en los que el tiempo solo pasaba de fiesta en fiesta, de amor en amor y de partido de futbol en partido de futbol. Volvi a abrir los ojos y de repente al fondo algo me hizo mirar, una pareja mayor, al lado claramente su hijo, una imitación de ese señor mayor, tipico señor bien de provincias y al lado de ellos lo que me llamo la atención, justo enfrente mio una chica guapa, con gafas de sol y el pelo liso recogido en una melena larga...

Al momento me recorrió un escalofrío, un recuerdo, una sensación extraña. No podía ser y menos en ese lugar, en esa ciudad, probablemente fuera fruto de mi imaginación de mis recuerdos de mis 5 minutos recordando el pasado, pero volví a mirar, volví a observar, no estaba seguro de lo que estaba viendo pero lo estaban viendo – mis ojos o mi imaginación, mi cerebro o mi corazón.

Apure un sorbo la bebida mientras ella me miraba y sonreía, era como si estuviera fuera de la conversación que llevaba el resto de su mesa, como si sólo estuviéramos los dos en esa preciosa plaza en la que esa vez había disfrutado tanto, ese lugar que siempre había considerado maldito aunque a lo largo del tiempo consideraba mágico.

De repente pensé si ella seria esa chica a la que tanto tiempo atrás conocí y que tanto tiempo me costo olvidar, pero como saber si ella sería esa mujer o sólo mi imaginación,, la ciudad, el sol y ese abrir y cerrar de ojos estaban llevando mis emociones a la realidad pero claro si no llevara esas gigantes gafas de sol, sabria seguro si es ella

De repente ella se toco el pelo y mientras el sol de la tarde daba de lleno en su rostro, aunque no existía ninguna razón para hacerlo, ella se quito las gigantescas gafas de sol y decidió incorporarse hacia delante para que se vieran en todo su esplendor sus preciosos ojos azules. Se giro hacia un lado y se volvió a su derecha haciendo mover su melena, después volvió a mirarme y siguió conversando.

¿Por qué se quito las gafas? ¿Me estaba insinuando que era ella? Siempre pensaré que me estaba dando pistas por si aun dudaba que era ella, yo no sabía como actuar, me incorpore a la mesa para dar un ultimo sorbo a mi refrescante bebida y volví a cerrar los ojos, allí comencé a sentirme liberado de esa presión y por mis ojos sólo fluían imágenes cercanas pero lejanas en el tiempo en ese tiempo en el que había sido tan feliz.

10 minutos mas tarde, llamé al camarero, aboné mi consumición, volví a mirar a esa mujer y me fui pensando en que nunca sabré si era ella, esa mujer o simplemente una chica guapa que disfrutaba con una conversación animada en una preciosa ciudad de provincias cuyo nombre nunca olvidare
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