martes, 25 de marzo de 2008

Obsessions in my head don’t connect with my intellect.

Esos días que pesan; los días que cualquier cosa te parece demasiado difícil; cosas como levantarte, ducharte, cortarte las uñas, prepararte la cena, hablar con tus padres, explicarte, justificarte… Si eso te suena, y si el día que terminaste de estudiar no está tan lejos, y si aún te acuerdas cómo era eso de ser estudiante, y lo echas de menos, y te parece el paraíso perdido, entonces no pasa nada, porque no estás solo, porque lo que tienes es la “quarter life crisis”. El autor Douglas Coupland lo define como un: "mid-twenties breakdown":

“A period of mental collapse occurring in one's twenties, often caused by an inability to function outside of school or structured environments, coupled with a realisation of one's essential aloneness in the world. Often marks induction into the ritual of pharmaceutical usage.”

Claro, ahora estás jodido si no sabes inglés, porque te quedas sin el diagnóstico de tu enfermedad mental, por otro lado me parece que como muchas enfermedades mentales esta también es una que afecta sobre todo a la gente CULTA.

Nuestro problema es que tenemos demasiadas opciones, tener que elegir al final no es tan divertido como parece, piensas en las ventajas y desventajas, le das mil vueltas, pierdes mucho tiempo, mientras te rompes la cabeza te olvidas de otros temas, y luego cuando por fin has elegido… te quedas con la duda si has acertado, y te imaginas lo bueno que hubiera sido la otra opción, o te pasas el tiempo intentando convencerte a ti mismo que has tomado la decisión correcta. Antes había helado de chocolate, de vainilla y de fresa, a partir de los 5 años sabías cual era el tuyo, y si ahora vas a comprarte un helado tienes que elegir entre 20 variedades!!! Por lo menos!!! Y mi pregunta es ¿quién quiere helado de pistachos? O de crema de queso con arándanos? No obstante lo pruebas y luego te arrepientes de la decisión.

En la universidad te dicen a que hora dan que clase, lo único que tienes que hacer es elegir si vas o si te quedas un rato más en la cama. Si hay 3 fiestas por la noche te vas a la fiesta donde crees que el chico guapo del curso de Estudios Europeos estará, o donde van los amigos, como nunca tienes dinero en el supermercado compras solo gama baja, para cenar eliges entre arroz y pasta, y para vacaciones te vas de Interrail y YA ESTÁ. Lo más simple no necesariamente es lo peor, pero una vez que adquieres un poco de nivel quieres más y más, y luego ya no puedes parar.

Y mientras te obsesionas con las mil cosas que tienes que hacer y las otras mil que te gustaría hacer te olvidas que la vida es muy corta, pero al mismo tiempo se puede hacer muuuyyyyy larga. Y hay que hacerla, que no es poco.
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