lunes, 19 de mayo de 2008

¿Y adónde se irá el fútbol cuando se va de Zaragoza?

Para todo lo que nos pasa en nuestras vidas hay una metáfora del mundo paralelo más bonito y más amargo a la vez que se ha inventado la humanidad, del mundo del fútbol. La cuestión es si al revés es lo mismo. Suponemos que un equipo sube de 2ª B a 2ª División, y el año siguiente sube directamente a 1ª División. Eso se llamaría “un milagro”, una ciudad se pintaría de los colores de este club, y los que en el fondo de su corazón son del Barça o del Madrid se comprarían una bufanda de su otro club y se bañarían en una fuente central y emblemática de dicha ciudad, para unos días sentirían los colores y dirían cosas como “Que milagro que nosotros hayamos subido.”. Eso, ¿a qué equivaldría? A lo mejor a una persona que ocupa un puesto insignificante en una empresa mediana, digamos que es técnico de compras. A esa persona le suben el sueldo, porque se le va un compañero del departamento, y se ofrece a desempeñar algunas de las funciones de su antiguo compañero. De repente se crea un puesto nuevo en la empresa, a lo mejor puede ser un puesto de supervisor, esta persona se ofrece para este puesto porque le van los números. Y como ya no es solo de compras le ponen ayudante, y él se va a una oficina nueva. Por casualidades de la vida su nueva mesa está dentro del departamento de finanzas, donde, más casualidades todavía, se les acaba de ir el jefe!! Como nuestro amigo es muy listo, un día le pide a la secretaria (sí, ya tiene secretaria), tarjetas de visitas con su nombre, y su nuevo puesto: Responsable de Administración. De repente se va a las reuniones de jefes, le dan móvil y coche de empresa, le mandan cestas de navidad, y la gente empieza a odiarle, hablan mal de él detrás de su espalda, pero a la cara solo le dicen que es muy bueno. En fin, ha subido a 1ª División.

Ahora en cambio pensemos en un equipo histórico de 1ª División, que un año se dispone a luchar por todo: juega UEFA, cree que puede volver a ganar la Copa del Rey, y en la Liga aspiran por un puesto de Liga de Campeones. La temporada no empieza demasiado bien, a las derrotas fuera de casa se suman poco a poco empates en casa, el arbitraje no acompaña tampoco, hace mal tiempo, se lesiona gente importante, se va un entrenador, y otro, y otro más, llega el final de temporada y de repente este equipo se ve envuelto en la lucha contra el descenso. Los jugadores por dentro saben que este mundo no es el suyo, se niegan a aceptar la cruda realidad, no llegan a concienciarse de lo que les tocó esta vez, y así les va. En la última jornada se juegan la vida, pero como alguien les ha dicho que se les dan bien los finales, y como saben que ni deberían estar allí, no llegan a creerse lo que sus seguidores se temen desde hace semanas: A SEGUNDA OEEEE. Y así se van, y no sabemos si les volvemos a ver en Primera División. Y eso, ¿a qué equivaldría? A lo mejor a una persona que a pesar de todas las piedras que se ha encontrado en su camino, en el fondo de su corazón cree que algo más grande, algo glorioso le espera. Y no es de extrañar, porque se trata de una persona preparada, con cualidades importantes, solo tiene un fallo: no sabe que hacer en caso de derrota, no tiene capacidad de reacción en situaciones de peligro, y es un poco soberbia, se cree un poquito más listo que el resto de corderitos. Así que cuando le deja la novia se hunde un poco, y rinde menos en el trabajo. Claro, la culpa es de la novia, ¿cómo le ha podido dejar? Cuando se da cuenta que trabajar menos le deja más tiempo para ir de juerga decide que las quejas de sus superiores no están justificadas, a él que le ha dejado la novia, ¿cómo le pueden exigir responsabilidades en estos momentos tan duros (y resacosos)? Cuando le dicen que “una más y a la p… calle!” no se lo toma muy en serio, ¿cómo le van a echar a él que tanto ha hecho por la empresa? Hay tantos más que merecen irse, ya habrá un milagro. Pero no, no hay milagros esta vez y un día triste y lluvioso coge sus 4 pertenencias personales, las mete en una caja, mientras quitan su nombre del letrero de la entrada a su despacho y se va a las filas del INEM. Sus familiares y amigos no dejan de quererle, solo dejan de creer en él, que es aún peor. A ver si te volvemos a ver en Primera, Real Zaragoza, de momento solo te espera el Eibar con el cuchillo entre los dientes. Y no es que te haya dejado la novia, esta afición de primera tampoco se merece lo que tiene que aguantar. A ti te ha jodido la directiva, pero esa no es explicación para las derrotas en Murcia y contra el Levante, los debacles ante el Betis y en Sevilla, el adiós a la Copa UEFA contra un equipito griego, la defensa inexistente, y la delantera sin acierto. A pesar de lo que duele, a lo mejor te mereces estar donde estás. Adiós Real Zaragoza, adiós.
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1 comentarios:

Anónimo dijo... at 20 de mayo de 2008, 16:15

Amiga Sally, tu si que te mereces estar en primera!! Por favor, a ver si aprenden esos futboleros de bar que llenan a diario las páginas de la prensa deportiva con sus perogrulladas y su sabiduría de "calle".

Sally Cinnamon, a primera división!

Cuanto sentí la debacle del Zaragoza... con el equipazo que tenían este año. En fin, lección de humildad y a empezar desde abajo.

besos